martes, 18 de junio de 2013

¿HAY AHORA MAS PIOJOS QUE NUNCA?



Esta pregunta me la han hecho en repetidas ocasiones y lo cierto es que parece que últimamente los piojos no dan tregua.

Estos incómodos insectos han existido desde que el hombre es hombre y nos han acompañado a lo largo de los siglos ya que el piojo de la cabeza, para todos aquellos que aún no lo sepáis, es un parásito exclusivo del ser humano. Nos necesitan para vivir, no acampan en mascotas ni en los parques ni en las aulas, lo hacen en nuestras cabezas.

Lo que si es una evidencia y además una de las causas por las que hoy en día parece que lo piojos están más revolucionados que nunca, es que los productos antipiojos han dejado de ser todo lo efectivo que debieran debido a que estos parásitos han creado resistencia a los químicos por el mal uso que durante muchos años hemos hecho de estos productos ya que se han utilizado como preventivos y se han aplicado en las cabezas de nuestros hijos de forma indiscriminada, esto es, sin comprobar previamente la existencia o no de infestación.

 

Otras de las causas posibles del por qué hay tanto contagio por piojos actualmente es el cambio que se ha producido en nuestros hábitos sociales y en la forma de relacionarse de nuestros hijos. Me explico. Como ya sabreis el piojo se contagia por contacto directo: cabeza a cabeza, ni saltan ni vuelan y esto explicaba el hecho de que fueran más frecuentes entre niños de corta edad donde el contacto entre ellos cuando juegan es más usual; sin embargo hoy en día las redes sociales (Facebook, twiter, etc) así como las consolas, ordenadores, etc. …hacen que los niños y no tan niños, compartan un mismo dispositivo electrónico para jugar, visualizar una misma pantalla, hacerse una foto….a ver, que adolescente no pega su cabeza con sus amigas para hacerse una foto que luego compartirán en alguna red social??


 

Luego están los centros de ocio infantiles abiertos en todas nuestras ciudades y que se han convertido en un imprescindible para casi todos los que son padres. Centros pensados para el uso y disfrute de nuestros hijos, donde podemos pasar un sábado o un domingo ¿Quien no ha celebrado un cumpleaños de su hijo en un parque de bolas? O bien ha ido de invitado a la fiesta de algún amiguito? 

A poco que alguno de esos críos tenga piojos es muy posible que los transfiera a alguna otra cabeza puesto que es imposible pretender que nuestros hijos no salten, se revuelquen y se lo pasen pipa en este tipo de locales de ocio.


Con todo esto no quiero decir que tengamos que cambiar este tipo hábitos, en absoluto, son parte de nuestra sociedad, no podemos aislar a nuestros hijos de su entono y mucho menos por temor a que cojan piojos. Lo que si podríamos hacer es incorporar algunos nuevos hábitos de conducta en nuestra vida dirigidos a la prevención del contagio y sobre todo, tomar conciencia de la realidad del problema, dejar a un lado los prejuicios que aún existen en torno al hecho de tener piojos, y sobre todo ser responsables con nuestro entorno.

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